SOCIEDAD Y CULTURA

Revista El Magazín de Merlo, Buenos Aires, Argentina.



martes, 16 de enero de 2018

Detener el DESMONTE en SALTA es evitar la muerte de pueblos originarios, flora y fauna -Sumemonos a Greenpeace y sumemos vida-


Estamos en Salta. Esta semana viajamos hasta la finca Cuchuy, a 70 kilómetros de la ciudad de Tartagal. Allí continúan desmontando bosques protegidos y destruyendo el hogar de comunidades wichis. La situación es desesperante.

Dentro de la finca encontramos una topadora justo en el momento en el que estaba deforestando. Nos pusimos delante y logramos frenarla. Así seguimos presionando para detener la destrucción de los bosques, pero necesitamos tu ayuda ahora.


Cuando volvimos a ingresar vimos dos topadoras arrasando el bosque con una inmensa cadena. Los árboles caían como si fueran de papel. Vivirlo en persona fue estremecedor. 

Decidimos ubicarnos frente a las máquinas para que se detengan. Los operarios mantuvieron prendidos los motores durante un rato, pero al final, se rindieron y los apagaron. Después, se fueron caminando a su campamento.


Cuando nos quedamos solos pudimos dejar en las dos topadoras el mensaje "100% CRIMEN".


Los bosques de Cuchuy están protegidos por ley. Sin embargo, el gobernador de Salta autorizó el desmonte a pedido del dueño de la finca, el empresario Alejandro Jaime Braun Peña (primo del Jefe de Gabinete de la Nación, Marcos Peña). Jaime Braun tiene permiso para deforestar 8.962 hectáreas, la superficie de media Ciudad de Buenos Aires. Y ya desmontó más de 5 mil.

Para las comunidades indígenas Corralito, Cuchuy, San José, y Chaguaral el bosque es su casa, su almacén y su farmacia. A pesar de todo, se están quedando sin monte.

Tenemos que detener la deforestación YA

Cuento con tu apoyo hoy.

Un abrazo.

Martín Prieto
Director Ejecutivo

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