SOCIEDAD Y CULTURA

Revista El Magazín de Merlo, Buenos Aires, Argentina.



domingo, 3 de diciembre de 2017

Uno de los mayores placeres: el placer de dar y ayudar. -Solo noticias que enaltecen al ser humano.

Descubramos uno de los mayores placeres: el placer de dar y ayudar. Una acción que nos provoca un sentimiento de satisfacción pleno. ¿Qué tal si empiezas a ponerlo más en práctica?

Uno de los pensamientos y acciones en las que más pecamos, es la de dar siempre algo esperando recibir una recompensa por ello. A esto no se le puede denominar dar y ayudar, no recibiremos la misma gratificación que si lo hiciésemos sin esperar nada a cambio, pues en el caso de esperarlo es un intercambio.

¿Alguna vez has dado o ayudado de verdad sin esperar nada?, ¿verdad que has sentido una sensación de bienestar inexplicable? Potenciar estas pequeñas cosas que en ocasiones creemos insignificantes, nos permitirá ser mucho más felices.

Una sonrisa a la cajera del supermercado, ayudar con las bolsas a alguien que va muy cargado, devolver una cartera que se le ha caído al transeúnte que va delante de nosotros, dar una limosna o alimentos a un indigente, etc. Todo esto, todas las pequeñas acciones que realizamos de forma voluntaria, nos provocan una sensación de placer y bienestar inexplicables.

Hay un dicho que circula y que dice que “quién da más, recibe más“, pero eso sí siempre sin querer recibir recompensa alguna por ello o reciprocidad en sus actos. Una forma desinteresada de ayudar a alguien, una forma de sentirnos bien con nosotros mismos y de hacer sentirse bien a los demás.
Ayuda y da, deliberadamente, a aquellas personas que de verdad lo necesiten. Personas que pueden ser cercanas o totalmente desconocidos.
Dar y ayudar también puede ser una muy buena forma de hacer buenas amistades, de interactuar con los demás y descubrir personas muy especiales y bellas.

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