SOCIEDAD Y CULTURA

Revista El Magazín de Merlo, Buenos Aires, Argentina.



sábado, 14 de octubre de 2017

Ayer pusieron en órbita un satélite que vigilara la contaminación de planeta. Finalamente los poderosos del mundo se dieron cuanta que NO HAY donde ir si el planeta muere.

Ayer partió la primera misión de Copernicus dedicada a vigilar nuestra atmósfera, Sentinel5P, ha sido lanzada desde el cosmódromo de Plesetsk, en el norte de Rusia.
El satélite, de 820 kg, se puso en órbita a bordo de un lanzador Rockot a las 9:27 GMT (11:27 CEST) de hoy. 
La primera etapa se separó 2 minutos y 16 segundos Tras el despegue, seguida de la cofia a los 3 minutos y 3 segundos y de la segunda etapa a los 5 minutos y 19 segundos. A continuación se produjeron los dos encendidos de la etapa superior, que pusieron el satélite en su órbita final 79 minutos tras el despegue.

Una vez separado de la etapa superior, Sentinel-5P desplegó sus tres paneles solares y comenzó a comunicarse con la Tierra. La primera señal se recibió 93 minutos después del lanzamiento, cuando el satélite pasó por encima de la estación de Kiruna, en Suecia.
En ese momento, los controladores del centro de operaciones de la ESA en Darmstadt (Alemania) establecieron los enlaces de telemetría, el mando y el control que les permiten monitorizar el buen estado del satélite.
La fase de lanzamiento y órbita temprana durará tres días, tiempo durante el cual los controladores comprobarán los sistemas clave del satélite y lo configurarán para volar por el espacio. 
La Misión: Se trata de una de las seis familias de misiones dedicadas que conformarán el núcleo de la red de vigilancia medioambiental europea Copernicus. Los ‘centinelas’ y sus misiones asociadas suministran datos para monitorizar el medio ambiente y dar apoyo a actividades de seguridad civil. Y ese es precisamente el motivo por el que Sentinel-5P transporta el avanzado instrumento Tropomi.

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