SOCIEDAD Y CULTURA

Revista El Magazín de Merlo, Buenos Aires, Argentina.



miércoles, 12 de julio de 2017

Un día como hoy de 2010 los románticos del mundo llorábamos la partida de OLGA GUILLOT.


Un poco de su bella historia: Olga Guillot, cantante cubana de boleros nacida en Santiago de Cuba el 9 de octubre de 1922. Desde muy pequeña se mudó a La Habana y fue ahí cuando formó al lado de su hermana Ana Luisa, el dúo Hermanitas Guillot, que se presentó con éxito en el programa de radio “La Corte Suprema del Arte”. 

En 1938 inició sus preparación musical con maestros como la soprano Hortensia Cohalla y al cantante Mariano Meléndez. A principios de los 40, formó parte como segunda voz, del Cuarteto Siboney, dirigido por la compositora Isolina Carrillo. El pianista Facundo Rivero, quien también formó parte de dicho cuarteto, descubrió las posibilidades de Olga como solista y la hizo debutar en La Habana en 1945, en el exclusivo Zombie Club.

Un año después, la cantante grabó la versión en español de la melodía “Stormy weather” (Lluvia gris), composición con la que alcanzó un éxito sin precedente. Ese mismo año, la Asociación de Críticos la seleccionó como la cancionera más destacada de Cuba. Ese hecho sirvió para que Miguelito Valdez la llevara a Nueva York a realizar unas grabaciones para el sello Decca. En 1948, el tenor René Cabell la llevó a México, donde filmó su primera película:”La venus de fuego”, junto a Meche Barba. La cantante también grabó algunas piezas acompañada de la Orquesta de Gonzalo Curiel. 

En 1952 y 1953 recorrió casi toda Latinoamérica y grabó con el respaldo del pianista y compositor Juan Bruno Terraza. En 1954, firmó contrato de exclusividad con el sello Puchito y grabó “Miénteme”, del mexicano Chamaco Domínguez. De 1954 a 1956, la Unión de Crónica Tele-Radial la proclamó la “Mejor Voz Cancionera de Cuba”.En 1957 regresó a México, donde impuso en el primer lugar el bolero “Tú me acostumbraste”, de Frank Domínguez. También grabó para la firma Musart, acompañada por el maestro José Sabre Marroquín.

La cantante, que se manifiesta admiradora del mexicano Luis Miguel -«canta como los dioses»- achaca parte de este auge al cineasta Pedro Almodóvar, que ha incorporado el bolero a la banda sonora de varias de sus películas. «El que empezó este movimiento fue él, sin duda», afirma categórica la artista, que de paso lamenta no conocer personalmente al director manchego. «Ha venido a dos de mis conciertos, pero nunca nos hemos visto personalmente», cuenta. 

Sin embargo, también cree que a los jóvenes les falta experiencia vital a la hora de transmitir las emociones que expresan estas canciones. «Cuando yo era joven no tenía vivencias y cantaba porque era bonito. Pero cuando empiezas a recibir patadas entonces cantas mejor», afirma la cantante. Pese a ello, Olga Guillot no puede quejarse.

La suya es una larga historia de amor con un género que le ha dado todo. «Yo nací con el bolero y el bolero es parte de mí», dice la artista, hija y nieta de catalanes y exiliada en México desde hace 43 años.«Voy a sacarme el pasaporte español que es algo que me hace mucha ilusión porque si bien me considero cubana-mexicana, que es mi segunda patria, en España tengo mis orígenes, mis raíces y mi cultura», afirma. Con una vida ya legendaria, Olga Guillot anuncia la inminente aparición de una biografía suya, Con derecho a balcón, editada por Planeta.


En cambio, no tiene intenciones de regresar a los estudios de grabación. «Tengo 59 elepés grabados, así es que ya no puedo inventar nada»

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