SOCIEDAD Y CULTURA

Revista El Magazín de Merlo, Buenos Aires, Argentina.



jueves, 12 de enero de 2017

Tras veinte siglos algo ha quedado claro, y es que el Papa no puede ser juzgado por nadie, ni siquiera por el concilio universal. Famoso teólogo aclara algunas dudas sobre los papas.

09 Ene. 17 / 01:19 pm. –Vaticano- En dos textos recientemente publicados en su blog, el famoso teólogo español José Antonio Fortea analiza y da respuesta a la inquietud: ¿La Iglesia, los obispos o los laicos pueden corregir al Papa?

El P. Fortea subraya que “la relación entre el papado y los obispos en la custodia de la Verdad es de armonía. Como en un sistema solar en el que cada astro tiene su órbita propia, pero todos se interrelacionan”.
“Ahora bien, si tras veinte siglos algo ha quedado claro es que el Papa no puede ser juzgado por nadie, ni siquiera por el concilio universal”, señala.

La Iglesia no puede sentenciar nada contra el sucesor de Pedro”, precisa el P. Fortea, e indica que si bien “todo miembro de la Iglesia puede dirigirse al Papa en privado y hacerle notar lo que desee. Pero públicamente, cuando nos dirigimos a él, debemos recordar que es Vicario de Cristo, el dulce Cristo en la tierra, el garante último de la ortodoxia”.
El sacerdote español hace una comparación con el derecho constitucional de los estados, en donde solo existe una máxima instancia que resuelve de forma “vinculante e inapelable”.

“Este principio del derecho acerca de que solo puede haber un Tribunal Supremo vale para un Estado y para el Reino de Dios sobre la tierra. Dios que todo lo hace con tanta sabiduría ¿no estableció tal principio en su Iglesia? Evidentemente, sí: Prima Sedes a nemine iudicatur, la Primera Sede no es juzgada por nadie”, señala.

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