SOCIEDAD Y CULTURA

Revista El Magazín de Merlo, Buenos Aires, Argentina.



sábado, 28 de enero de 2017

Sepamos más de las CAMPANAS, ellas están presentes en la vida humana desde hace milenios. Sábados y domingos solo noticias que alegran nuestro chi.


A lo largo de la historia las campanas se han empleado para eliminar a los malos espíritus de los caminos. En la Edad Media, por ejemplo, era frecuente hacer sonar campanas en las encrucijadas para alejar a los espíritus burlones, a los fantasmas o a las ánimas en pena.

También alertaban el pueblo sobre los invasores, incendios, alguna catástrofe, anunciar bodas y bautizos, etc.
Festival de las campanas en el viejo mundo

Desde hace milenios, desde antes de los egipcios se han empleado campanas en una gran variedad de rituales mágicos, ceremonias religiosas, cultos, invocaciones, etc. En la civilización europea, por ejemplo, la campana es un elemento tan común que llega a pasar inadvertido; pero si nos fijamos un poco más, nos daremos cuenta de que forman parte integrante del paisaje habitual no solamente de los pueblos, sino también de las ciudades.
Las nuevas campanas del Notredame serán bendecidas
y alabadas con la presencia el pueblo.

En numerosas tradiciones orientales, las campanas también se emplean con regularidad, siendo un ejemplo de ellas el budismo. También encontramos su representación dentro de antiguas culturas politeístas del ámbito europeo precristiano. Esto no hace sino demostrar que las campanas son, verdaderamente, un elemento importante y con grandes virtudes.

Dentro de la tradición actual occidental las campanas son conocidas solamente por su función como advertencia para las horas de la misa, o sencillamente como relojes. También poseen una utilidad, igualmente como advertencia, en el ámbito laico si tenemos en cuenta su presencia en casas burguesas y señoriales de cara al servicio.

Trasladémonos ahora a la utilidad práctica dentro del significado mágico que le hemos dado, pues las campanas cumplen, eminentemente, una función esotérica; aún cuando no se le quiera dar intencionadamente. Esta función está íntimamente ligada a su expresión más laica como instrumento de llamada.
Campanas tibetanas.

Las campanas poseen la propiedad de atraer a los ángeles, y otras energías positivas, el lugar desde el que se hacen sonar. Su resonancia, vibración y sonido metálico es lo que atrae precisamente a esas energías, y lo que explica la extensión de su uso en tan variadas religiones alrededor del mundo.
Llaveros de campanita.

En algunas tradiciones la campana también suele estar presente en los altares rituales, como representación del Elemento Aire, y en apoyo al incienso. Es por la relación con el Elemento Aire que la campana adquiere sus dones y la capacidad de conectar con los mundos superiores; ya que es a través del aire que circulan nuestras peticiones.
Dentro de las culturas orientales, por ejemplo, se cree que la vibración de las campanas atrae a las buenas energías e influencias para que nos traigan fortuna y limpien nuestro chi (energía vital).
Campana de mano para rituales varios.

Otra imagen mística de las campanas es su relación con el día del Juicio, del que se dice que en aquel día tañerán las campanas y sonarán las trompetas; ambos como elementos de llamada para las almas del mundo, que no solo van a reclamar sino también a ser purificadas.

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