SOCIEDAD Y CULTURA

Revista El Magazín de Merlo, Buenos Aires, Argentina.



lunes, 12 de octubre de 2015

Visitamos en Jesús de Tavarangue, Itapua, Paraguay, una zona boscosa, casi virgen, misteriosa y saludable.

Amaneció con bruma en los altos montes, pero de a poco fue aclarando
para ver tamaño paisaje.

Viajamos por los colorados senderos en motocicleta todo lo que pudimos, luego, a pie por caminos tan estrechos que caminábamos en fila de uno. El aire por momentos se saturaba de pureza y ocasionaba problemas a nuestros pulmones cansados de respirar contaminaciones de ciudades y carreteras.

La densa sombra por momentos producía un efecto nocturno, solo las aves y sus trinos rompían alegremente la monotonía del exuberante monte, de pronto se oía un intenso repiquetear, es una naciente de pura y cristalina agua nacida de la tierra y que comenzaba a caer en cascada, ya que toda la zona es de cerros y quebradas con arroyos y ríos.
Familia numerosa de Boyero Cacique Lomo Rojo,
sus nidos penden mágicamente.

Al llegara a un claro un grupo de palmeras se destaca entre el sotobosque, de una de ellas pendían nidos colgantes, son una inmensa familia de Boyeros Cacique lomo rojo, imagen que parece sacada de la película Señor de los Anillos, ya que todos los nidos cuelgan casi mágicamente.
Es común ver los arboles que les falta parte de la corteza, es que los habitantes originarios la usan para sus medicinas, el árbol no muere,
solo sacan lo necesario, y la corteza vuelve a crecer.


Quería compartir sentimientos e imágenes con mis lectores de un lugar paradisíaco, cargado de misterio y en extremo saludable, un lugar para visitar o quedarse para siempre. Les puedo asegurar que las imágenes aunque significativas no le hacen justicia a la bella realidad de este lugar.
A mis espaldas nada menos que un Lapacho Negro
de unos 150 años  de existencia, y esta penado con cárcel por cortarlos.

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