SOCIEDAD Y CULTURA

Revista El Magazín de Merlo, Buenos Aires, Argentina.



jueves, 17 de septiembre de 2015

Problemas de SALUD provocados por los PIERCING en la boca. Moda, pertenecer a un grupo étnico, decorar la boca o por potenciar las sensaciones eróticas.


La práctica de piercing en la piel es hoy en día muy frecuente en la población ya sea para estar a la moda, diferenciarse de los demás, identificarse con algún grupo social o étnico, potenciar las sensaciones eróticas o simplemente decorar el cuerpo. Según un estudio realizado recientemente en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, el 72% de las personas que lleva piercings en la boca ha sufrido alguna complicación posterior a su colocación.

"La excesiva preocupación en los últimos años por la estética ha hecho que muchos jóvenes y no tan jóvenes, lleven en la boca piercings, pero esta moda está provocando multitud de perjuicios para la salud bucodental", asegura uno de los odontólogos responsables de la investigación.
Dolor e inflamación: A las 6-8 horas tras una perforación lingual los tejidos circundantes empiezan a inflamarse, incrementándose el proceso durante los 3-4 días siguientes. Estos efectos pueden prolongarse algunas semanas. En casos extremos, la lengua gravemente inflamada puede bloquear la vía respiratoria y causar dificultad para respirar.

Hemorragia prolongada: Las hemorragias también son una complicación posible durante la perforación, especialmente en un órgano tan vascularizado como la lengua, que contiene la arteria y la vena lingual con sus diferentes ramificaciones. Si la aguja atraviesa un vaso sanguíneo durante la perforación, puede producir una hemorragia que sea difícil de controlar y causar una pérdida importante de sangre.


Recesión gingival: Una de las complicaciones más importantes y frecuentes del piercing oral es la recesión gingival que es la inflamación de las encías. Las recesiones gingivales causadas por piercings bucales o linguales suelen tener una profundidad de 2 ó 3 mm o pueden incluso alcanzar la unión mucogingival, produciendo una importante pérdida de inserción que puede dar lugar a una movilidad evidente y posterior pérdida de los dientes afectados. Las lesiones peridontales son las que más preocupan a los odontólogos y se producen en casi la mitad de los portadores de piercing en la boca.


Alteración del gusto: La lengua es un órgano inervado que consta de tres tipos de nervios: los que regulan la sensibilidad general, los responsables de las sensaciones gustativas y los motores. Por eso, al colocar el piercing existe el riesgo de lesionar algún nervio pudiéndose alterar el sentido del gusto o la función motora.



Fractura dentaria: Es más frecuente de lo que puede parecer. El contacto con la joyería bucal puede fracturar los dientes y romper restauraciones, como las coronas o las fundas. La gente que tiene este tipo de piercing tiende a jugar con él, empujando la joya metálica contra los dientes lo que suele ser causa de huecos interdentales y otros problemas. Nigel Carter, ejecutivo jefe de la Fundación Británica de Salud Dental, dijo: "La tentación de juguetear con el piercing dentro de la boca es muy grande y esto conduce a la necesidad de un tratamiento correctivo que cuesta cientos de dólares."

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