SOCIEDAD Y CULTURA

Revista El Magazín de Merlo, Buenos Aires, Argentina.



martes, 21 de abril de 2015

DIA INTERNACIONAL de la MADRE TIERRA -22 de Abril-


Proteger la naturaleza no es ir en contra del progreso. Históricamente está demostrado que no es fundamental estar peleando por legislar el agua, los bosques, la ecología en general, sino fortalecer nuestra conciencia positivamente para optimizar los recursos y tener criterios que garanticen la sostenibilidad de los recursos para las actuales y futuras generaciones.

Uno de los peores enemigos de la tierra es la erosión, que empobrece la capa de suelo agrícola, limitando la producción de alimentos y acelerando la crisis alimentaria y ecológica. Dicho fenómeno es la factura que estamos pagando por el deseo de comodidad y la costumbre de echar la culpa a los demás, sin caer en la cuenta que poco hacemos por mejorar las cosas.

La alternativa viable, coherente y factible que tenemos, es realizar cultivos de árboles y cobertura vegetal al suelo para que nuestra madre tierra nos provea de sus bondades. Caso especifico el Distrito de Merlo, preocupado y ocupado de la reforestación en forma constante. Un árbol nos puede brindar frutos, madera, paisajismo, aromas, oxigeno, clima agradable, evitar la erosión, ser reservorio de carbono, filtrador del agua lluvia al subsuelo.

La siembra de árboles permite dar vida a otros cultivos y proteger los mantos acuíferos. Todos somos responsables de lo bueno o malo que le sucede al planeta tierra. Siempre existe un árbol apropiado para cada lugar. Grandes extensiones de terreno deforestadas son serios problemas para la humanidad. Pueden combatirse plantando árboles y son recomendables los de crecimiento rápido, usos múltiples y sobre todo, de gran capacidad de rebrote. Recomendación que iría con nuestro norte argentino.

Es importante además que se desarrollen forestaciones con árboles del lugar para evitar la  necesidad de muchos cuidados. Son las características que se deben tomar en cuenta en los proyectos de reforestación que muchas veces fracasan por desarrollarlos con especies no adecuadas.

Recordemos que una superficie de suelo sin cobertura o es polvo o barro, que de muy poco servirá.

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