SOCIEDAD Y CULTURA

Revista El Magazín de Merlo, Buenos Aires, Argentina.



miércoles, 4 de junio de 2014

Todos buscamos la PAZ INTERIOR, pero en este mundo consumista, agresivo y acelerado, ¡cómo cuesta encontrarla!


Cuando nos sentimos preocupados, cuando nuestros pensamientos dan vueltas, y cuando estamos apurados o estresados, echamos de menos la sensación de paz interior que todos hemos experimentado alguna vez. Pero, ¿qué es esa paz exactamente? El neuropsicólogo Rick Hanson enumera cuatro tipos.


La paz del reposo. Tiene que ver con cómo nos sentimos cuando estamos relajados y en calma, y es la que se logra al hablar con un amigo de nuestros problemas, al mirar por la ventana en pleno día de trabajo o al recibir buenas noticias luego de haber estado preocupados.


La paz de la tranquilidad. Se refiere a un profundo silencio interior. Puede que alguna vez te hayas sentido de este modo al meditar, al finalizar una práctica de yoga o al sentarte a orillas de un lago. Cuando nuestro cuerpo y nuestra mente están serenos, sentimos una libertad interior fabulosa.


La paz de estar consciente. Es más sutil, pero no menos importante. Tiene que ver con la experiencia de concientizar lo que ocurre en nuestra mente. Tal vez tuviste en algún momento la sensación de estar preocupado y de sentir que tu mente circulaba rápidamente, como en una carrera, pero, al mismo tiempo, notabas que una parte de ti solo observaba, sin angustiarse.


La paz de lo inmutable. Mientras que la mayoría de las cosas a nuestro alrededor se transforman, otras no lo hacen. Por ejemplo, el hecho de que todo cambia, ¡no cambia! El acto bueno que hicimos ayer, no desaparecerá. El recuerdo de nuestros abuelos permanecerá intacto. Y si creemos en Dios, pues Él tampoco cambiará. Conectarse con la idea de que algunas cosas son inmutables puede infundirte paz.

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