SOCIEDAD Y CULTURA

Revista El Magazín de Merlo, Buenos Aires, Argentina.



sábado, 18 de agosto de 2012


Las esculturas con alto voltaje erótico se sucedieron a
través de miles de años.
Afrodita Cnidea o la Venus de Cnido fue el primer desnudo femenino de tamaño natural del que se tenga conocimiento. (146 a.C.)
El Magazin de Merlo: En la escultura erótica de hoy el artista Dominique Regnier, detalla en sus obras lo sublime del cuerpo femenino con poses atrevidas, dándoles una vida extraña y a la vez incompleta. Son totalmente impresionantes, pareciera que cada una de sus obras cuenta una historia llena de sensualidad y claro erotismo.
Escultor Dominique Regnier

Breve introducción histórica: Afrodita Cnidea o La Venus de Cnido. Copia romana de una obra de Praxíteles.- Mármol. La estatua representa a la diosa del amor, en su concepción de amor erótico saliendo del baño despreocupadamente, en una pose o actitud que se ha denominado replegamiento intimista. Ella deja caer lánguidamente la túnica sobre un ánfora de agua, que sirve de punto de apoyo a la escultura.
Es el primer desnudo femenino de tamaño natural del que se tenga conocimiento. La obra en un principio había sido contratada para la ciudad de Coz, pero fue rechazada por impúdica y ésta posteriormente fue adquirida por la ciudad de Cnido. La obra original se destruyó en un incendio en Constantinopla, no obstante se conservan numerosas copias, por cuanto fue la obra más copiada de la antigüedad griega. Posiblemente Plaxiteles retrató a su amante Frine como la diosa del amor y la belleza.
 El Hoy en la escultura erótica de Dominique Regnier, escultor de origen Francés que se ha destacado por la originalidad de sus obras que se basan en el erotismo que logra plasmar tanto en madera como en mármol.  El artista detalla en sus esculturas lo sublime del cuerpo femenino con poses atrevidas, dándoles una vida extraña y a la vez incompleta. Son totalmente impresionantes, pareciera que cada una de sus obras cuenta una historia llena de sensualidad y claro, erotismo.
 Las esculturas eróticas de Dominique Regnier matan de vergüenza a algunos espectadores desprevenidos. Unas dulcemente inocentes, otras brutalmente explicitas, las esculturas de ese artista francés nacido en 1951 jamás dejan a uno indiferente.
Hechas en su gran mayoría de mármol rosa, ébano, madera o piedra, las esculturas de mujeres de Regnier hablan de curvas, de sensualidad, del amor en su forma más carnal. Muchas de esas mujeres vistas desde la perspectiva masculina del artista parecen incompletas, como si necesitasen compañía.

El escultor también llevó la belleza femenina a algunos parques donde creaba algunas obras al aire libre desde árboles. No caben dudas que vale la pena conocer  la obra de ese peculiar artista.


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